SINGLADURA 19-9Por la noche cae el viento y tenemos que arrancar el motor. Aunque está nublado, la noche es clara debido a la media Luna que tenemos.
La zona por la que estamos navegando tiene muy poco tráfico marítimo, por la noche vimos las luces de dos barcos pero muy lejos.
A las 11 h. se pone a cantar el carrete, es un bicho grande. Tardamos mucho en tenerlo a la vista ya que de vez en cuando daba un tirón y el carrete volvía a largar sedal. Manuel echó mano al sedal para acercarlo al costado, tremendo error pues el atún todavía estaba muy entero, pegó un fuerte tirón y el resultado; Manuel con un corte en un dedo y al rozar el sedal en la regala rompió y nos quedamos sin el atún mas grande de toda la travesía. Preparamos otro aparejo similar, al agua y a esperar.
En la otra caña cayó una especie de bacalao pequeño. ¡Esta vez Manuel no tiene que compartir el pez!
A la hora volvió a cantar el carrete, la pieza debía de ser muy grande y el carrete estar muy frenado pues partió el sedal de kevlar, llevándose todo el aparejo y medio carrete de kevlar.
A las dos horas me levanté de una siesta y veo a Manuel peleando con la caña. Me dice que ya lleva un buen rato, me pongo manos a la obra a echarle una mano, abro velas e incluso arranco el motor y le doy máquina a atrás para quitar arrancada. Cuando lo tenemos al lado del barco se soltó, sacamos el aparejo para revisarlo y estaba todo correcto, un poco liado, total que Manuel lo iba desliando y echando al agua. No había soltado ni 5 m., en la superficie, sin plomo, ni nada, cuando picó el cuarto. Total, tuvo que soltarlo todo liado para que el sedal no le cortase las manos. Éste si lo subimos a bordo, un atún de unos 10 Kg. y como ya estaba anocheciendo y el sedal todo liado, recogimos dejando la pesca para el día siguiente.
Al día de hoy vamos a llamarlo el día de los túnidos.
Besos y abrazos.
El capi y la muy menguada tripulación
No hay comentarios:
Publicar un comentario