jueves, 4 de septiembre de 2008

EL REGRESO (Águila Coaz)

SINGLADURA 2-9 (Manolo Zanca)
Kalamata es la ciudad más importante del Peloponeso sur (70.000 habitantes) en territorio sometido a Esparta, la ciudad-estado que disputó la hegemonía a Atenas.
Cayendo al mar, por el este de la ciudad está una cordillera de cerca de 2.000 metros en donde se encuentra el monte Taigeto, sitio mítico de los espartanos donde, según la leyenda, celebraban sus ritos dionisíacos (le daban al jarro), y donde llevaban a los recién nacidos que no superaban el examen de los ancianos, por tener alguna tara física, y los despeñaban por un barranco, porque en aquella sociedad militar no podían permitirse el lujo de tener una carga de ese tipo.
Después de hacer agua y gasóleo zarpamos con la intención de salir de la bahía y poner rumbo a las islas jónicas.
Como siempre, el viento de proa, así que como no había prisa, largamos los aparejos, pescamos un par de peces desconocidos , de 1 kg. aproximadamente y dimos unos largos bordos para llegar a eso de las 21 horas(noche cerrada) a una bahía muy resguardada, al lado de un pueblo llamado Paleokastro.
Fondeo, pulpo con cachelos y a la cama.

EL REGRESO (Águila Coaz)

Hola marineros,
Como ya sabéis el día 1º embarcó nueva tripulación en el Odysseas y ya tengo nuevo redactor jefe, persona agradable, grata, preparada. culta, etc..., mi amigo Manolo. Por consiguiente, seguro que el blog va a recibir un nuevo giro y será más ameno y agradable.Ahora lo único que tengo que preocuparme del blog es procurar que os llegue puntual y para eso tengo un aliado que es el látigo de las 7 colas.
Besos y abrazosEl Capi

SINGLADURA 1-9 (Manolo Zanca)
Pues nada, aquí estamos preparados para asumir esta responsabilidad que amablemente me ha adjudicado el capitán. Me lo propuso con tanto cariño y con una voz tan sugerente que no pude negarme, aunque sé que el listón de los redactores anteriores ha quedado muy alto.
Llegamos al Odysseas a las 21,30, a Kalamata, una ciudad situada al sur del Peloponeso, y lo primero que hicimos Javier (Morton) y yo, (águila coaz), fue besar el suelo –como hace el Papa- pero en nuestro caso fue para dar gracias a todos los dioses griegos porque estábamos a salvo después de un viaje de 270 kilómetros a bordo de un taxi cuya conductora, además de estar absolutamente loca, conducía horrorosamente mal.
Zoe, la taxista, sólo hablaba griego y dos palabras en inglés: ".No problem".
Pasábamos a 140 en una zona limitada a 50, No problema. Adelantaba en raya continua, no problema. Así que Javier y Manoliño pasaron el viaje diciendo "pío, pío", para que nadie pudiera decir que murieron sin decir ni pío.
El caso es, en suma, que llegamos sanos y salvos. Hubo abrazos generalizados, un marmitako excelente, preparado por el Segundo, con la última pieza pescada, y una velada musical breve porque estábamos muy cansados.