miércoles, 11 de junio de 2008

La miscelánea de Doña Gertrudis (The fly)

Día 28 de mayo.- De Castelsardo a Bonifacio.
En este viaje se comprueba que los becarios y algún otro tienen madera detragamares.Disfrutamos de lo lindo ya que Eolo se congració con nosotros ynos envió todo, o casi todo el viento del mundo. Entre 28 y 43 nudos. Tela!Bueno, tela llevabamos poca 2/3 de génova y 1/2 mayor. Ola corta y todos losrociones que querais. Para escurrir. Pero la pericia y buen gobernalle delPatrón nos lleva a Bonifacio, que es lo que yo quería.El paisaje, tan hermoso como agreste, ! vaya entrada en la bocana ! O la conoces o no la encuentras. A quién se le ocurriría construir en aquel picacho,semejante baluarte amurallado. Seguro que tenía mucho miedo, o mucho que guardar. Lo pateamos bién y nos tomamos una biêre servida pormademoiselle Leticia que ya cococeis por el Plumilla, pero tenía marido muyjalouse y con luppara! como para andar con bromas. yo como sólo queríacontactar con Ambar, pues nada, y el Plumilla .... pues tampoco, que no sabefrancés.Y amanece en Bonifacio. Salgo a cubierta con mi café en la mano y alláestaba ella, mi musa, mi sueño, mi qué sé yo!. Impresiona supresencia.Soberbia, que diría nuestro amigo Alex. Sentada en el balcón deproa. Con un esbozo de sonrisa. Iluminada por la luz del amanecer brillabacomo una princesa de oro, porque lo era! Recuperado de semejante impresión,le ofrezco un café que lo acepta pero con sal ¿?._ Buenos días, Glavlierrg._ Ambar Rojo, supongo.Y seguimos charlando de lo divino y de lo humano.Me relató que su presenciaen Sirenia se remonta a épocas anteriores a los faraones, con los quealternó durante varias dinastías. Que presenció mil batallas, navales claro.Las de Anzio, Cartago, Lepanto, Trafalgar, de Normandía a las Malvinas, ymás. Que conoció a gentes ilustres de la mar océana y a otras más villanas.De Hamurabi a Akenatón y todos los Ramsés. Que se enfadó con Ulises por queno quiso asistir a un concierto de sirenas y se ató a la mesana. A Nerón enla isla Ventotene, dónde le dió garrote a su mujer por consejo de Mesalina.ADarke, a Nelson en Trafalga; y al de Lepanto, que no lo cíto porque eramanco y hasta al pirata de la pata de palo de Sabina!!. Y que conociendo agentes tan variopintas, nos quería conocer .A Mr.Robert por sus aventuras yconocimientos modernos de navegación; al Plumilla por sus pócimas yunguentos, por sus conocimientos en economía: ! Varios a caja !! Debe, Habery DEBEDEHABER!!. A Manuel, por ser el más joven y por sus dotes dediplomático. Y en ésto, aparece por el tambucho Miguel Angel, que tiene lavirtud de que en cuanto huele escama, se le erizan los pelos del cogote y ya venía con el neopreno en la mano!!. Pués también lo quería conocer puéspensaba abrir, en la Grotta de Neptuno, una sucursal con productos"Pajariel", en las Pontine. Y en sus ratos libres, que le enseñara a jugar ala subasta!!Bueno, y a mí, claro. Quería que le tocase la mandolina. Pero ésto mereceotra miscelánea, o sea que tened paciencia.

Un día cualquiera en las singladuras siguientes a Bonifacio.

Estábamos amarrados al muelle en Fiumiccino y el personal se fué de excursión a Roma sin mí, que yo ya la conocía, ya que yo la conocía, que es lo mismo. Mas yo había quedado con Ambar y unas amigas a comer. Las amigas sirenias, por supuesto. Me embarcaron en una hidrobíga preciosa, regalo del Capitán Nemo, tirada por tres delfines enjaezados a la usanza marina, no tenían cascabeles, sino caracolillos; los arneses eran de algas fosforescentes y sin riendas, obedecían a la voz de Ambar que ejercía de auríga. Se llamaban Menkalinan, Capella y Caroli. La comida "soberbia" querido Alex, productos del marenostrum conocidos y desconocidos para mí, pero soberbios: de entrantes octópus admirabilis al polvo de coralium subrun, changurro de maia squinado y cancer pagurus regado con halocynthia papillosa ( limón de mar, para los incrédulos ) y más y más que no cíto por la envídia, no por aburriros. Y tras los postres, a mí me apetecía un digestivo, un murciélago ocho con coca o algo así, pues que no. Me ofrecieron ouxo de paracentrotus que me puse lividus. Y Ambar quería mandolina. Y anda que las toqué, a ambas !! Manoliño, que las górgonas tienen falderete !! cinco sutiles escamas esconden lo que uno se puede imaginar !! Como diría el ahijado de un padrino conocido: Ay mamá !!
Antes de despedirnos me prometió que recibiríamos unos regalos a la altura de las Islas Eólias, que tuvieramos paciencia. Quedamos en una cita ciega en Calipso. Evidentemente, no le gustan las multitudes. A mí tampoco.

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