Día 7.- Llenamos los depósitos de agua y salimos sobre las 10 de la mañana hacia Cabo de Gata, hacia poco viento y el mar estaba tranquilo, lo dedicamos a mantenimiento, reparación del motor fuera borda pequeño, foco de botavara y enderezar regala. Mucho calor y sol, que empezó a desaparecer a media tarde para dar paso a una ligera
nieblina. Aumenta la
inten
sidad del viento y navegamos en orejas de burro a buena velocidad con mar de fondo de 2 metros. El primer baño en el Mediterráneo, realizado por Manolo, el tripulante mas atlético del barco. El Segundo y también cocinero ( Javier ) nos preparó un cocido de lacón y chorizo autentico”
Pajariel”, repollo y patatas que estaba exquisito .El
caldito que sobró, de maravilla para tomarlo en la guardia de la noche.
El temporal que nos habían anunciado aun no nos afecta, sin embargo a nuestro alrededor todo esta oscuro y los relámpagos en la lejanía no paran de caer, es todo un espectáculo.
Día 8.- De madrugada, el mar sube y el viento por la proa alcanza picos de 20, 25 nudos las olas barren la cubierta, por la mañana llueve y la cosa parece que va a peor, tardamos un montón en pasar Cabo de Gata. El patrón decide buscar refugio, el puerto mas cercano a unas 5 millas es San José, una villa marinera muy agradable y buena gente, el puerto pequeño, con

poco calado y el amarre
carísimo ( 87 € ). Nos dan plaza al lado de una draga. Después de unos
vermuts de aperitivo en el club náutico comemos en el barco carne a la piedra en cantidad regado con un buen Ribera de
Duero obsequio del Patrón y de postre
caipiriña preparación
made in Javi.
Por la tarde noche después de una merecida siesta, por lo sufrido en la travesía salimos a dar una vuelta por el pueblo. Agradable pero poco ambiente, se nota que no estamos en temporada. Cena ligera, fruta.
Día 9.- La”
meteo” informa de temporal con vientos de 50 nudos en
Ibiza para el día 11 domingo, por lo que decidimos salir temprano. Hacen gas
oil y agua mientras yo voy de compras al
súper por pan y pilas, cuando vuelvo ya están fuera del puerto. Vuelven a por mí (por que traía el pan) y me recogen al vuelo en la popa de la draga.
Tenemos el viento por la popa que alcanza en algún momento los 30 nudos, navegamos a vela en orejas de burro, el viento se mantiene hasta media tarde en que empieza a calmar. El paisaje es bonito. Vamos rumbo a Cabo de Palos para desde allí directos a
Ibiza, la previsión de viento fuerza 7,8 no aparece. Por la noche navegamos a motor con la mayor izada. La Guardia de la noche tranquila.
Día 10.- Amanece con viento, abrimos y
atangonamos el
génova, navegando a buena velocidad alcanzando en algunos momentos los 9 nudos en medio de una fuerte marejada por lo que el barco se mueve como una coctelera. Sobre las siete de la tarde divisamos
Ibiza y
Formentera, aun no decidimos que opción coger, los chubascos en el Radar se detectan a babor y estribor, tenemos suerte no nos alcanzan.
Finalmente la opción es
Ibiza en cuyo puerto entramos al anochecer. En Nueva
Ibiza no había amarres por lo que lo intentamos en Marina
Botafoch, como no estaba nadie para recibirnos amarramos al muelle de espera frente a capitanía, al lado de la gasolinera. Dormimos como lirones, el cansancio era grande.
Día 11.-
Zafarrancho general, el barco lo necesitaba. Nos ponemos guapos para visitar la ciudad vieja de
Ibiza, y al mejor estilo “guiri embarcamos en” El Divino”, golondrina que nos lleva desde donde estamos atracados al centro de la ciudad donde nos sorprende una feria medieval con gran animación y bullicio de gente.
Después del paseo comemos en la terraza de un restaurante del casco histórico, durante la comida cae un chaparrón que no tiene nada que envidiar a los que estamos acostumbrados en
Galicia.
Un poco después y mientras admirábamos la última adquisición de
Amancio Ortega ( Zara ) el” Nirvana “, un
kech con mayor de seis crucetas y cuatro en mesana, nos encontramos a un paisano conocido de Roberto de la Isla de
Ons que estaba acompañando a Diego y su hijo Rafa en un traslado de barco de
charter desde Canarias a Palma de
Mallorca, nos tomamos unas cervezas en una terraza donde nos obsequio con una magnifica interpretación de gaita gallega, tras despedirnos nos fuimos a tomar unos pinchos y regresamos al barco en una golondrina que hace la travesía
Botafoch Nueva
Ibiza Botafoch de nombre “ El Divino.”
Día 12.- Salimos de
Ibiza a las diez de la mañana con viento de popa que nos lleva a isla Espalmador a 7,5 nudos solo con el
génova, fondeamos al sur de la misma en una bonita bahía amarrados a una boya pues el fondo no era seguro debido a la gran cantidad de
posseidonia en el mismo. Javier nos sorprende con un magnifico cocido. Visitamos la isla en cuyo interior hay una laguna en la que la gente que la visita se embadurna con el lodo de sus fondos ya que dicen que posee propiedades cosméticas, alguno de nosotros quisimos comprobar dichas propiedades ( Manuel entero, el resto las manos )
En la playa estaba varado un
catamarán posiblemente a causa de los fuertes vientos de días anteriores.
Pasamos la noche aquí, el patrón se acostó y nosotros estuvimos de concierto de guitarra intentando acabar alguna canción de las que estaban en las partituras, sin mucho éxito en la ejecución ( la ejecución es demasiado, pero un par de leches las merecíamos ).
Día 13.- Desayunamos y hacemos algo de mantenimiento tal como lavar la
trinqueta y pasar al deposito de combustible un par de garrafas que habían vertido en el
pañol de popa. Sobre las 12 h. nos dirigimos a la playa de La Sabina en
Formentera donde fondeamos acercándonos al puerto de La Sabina en la auxiliar para hacer una pequeña compra en el
super. Con la auxiliar vamos a un chiringuito en la playa,el Tiburón para después regresar al barco a comer. Tras la sobremesa decidimos poner rumbo a Palma de
Mallorca aprovechando una pequeña brisa, al anochecer cae el viento y seguimos a motor. La noche es tranquila y nos disponemos a hacer las guardias.