miércoles, 10 de septiembre de 2008

EL REGRESO (Águila Coaz)

SINGLADURA 8-9
Hoy es la fiesta de la Encina, Patrona del Bierzo

Dado que el 80% de la tripulación somos bercianos, nos pusimos el traje y fuimos a hacer una ofrenda floral en una bonita ermita que se halla en el centro de la ciudad-pueblo. Como está acogida a la devoción de Agia Pinnaria, nos pareció un nombre bastante aproximado, porque al fin y al cabo pinos y encinas son árboles.
Salimos a las 06,30 de la mañana rumbo a Paxi, una isla situada a 40 millas de Lefkada y tan sólo a 7 de Kerkira (Corfú).
Para no tener que rodear la isla decidimos cruzar por la zona oriental.
Dice la leyenda (aquí hay leyendas para todo) que la isla de Lefkada estuvo unida al continente por el norte hasta el siglo VII a.C., época en que los corintios –que la habían colonizado- decidieron excavar la estrecha lengua de tierra y separarla, así, del continente.
Sigue la leyenda contando que, de esa manera, era más difícil llegar a los habitantes del continente a los plenos del ayuntamiento, ya que los de la isla les birlaban las barcas. Así, no les pagaban las comisiones por asistencia, porque cuando conseguían una barca y llegaban al ayuntamiento (Demarjeio), el pleno ya había acabado. He de decir, con todo el respeto, que yo no me creo este rollo.
En la actualidad el acceso se efectúa por un puente móvil, hasta donde hay un canal de unas cuatro millas bien balizado.
Lo malo es después del puente, porque hay una boya roja en el medio del canal y hay que elegir si dejarla por babor o estribor.
El patrón, siguiendo la norma del mar (y de acuerdo con su querencia natural) decidió, y decidió mal, y hubo que dar marcha atrás y dejar la boya por estribor. Y así, despacito, fuimos cruzando la media milla que faltaba hasta llegar a mar abierto sin mayores problemas.
Paxi es la isla más pequeña del Eptaneso. Es muy verde y tiene hermosa playas. Su capital está en una bahía resguardada por dos islotes que dejan un canal por el norte, único acceso para barcos grandes.
La ciudad, Gaio, es muy bonita, con callejuelas estrechas y con mucho ambiente.
A la entrada del canal hay una empresa de hidroaviones que hace el servicio aéreo con la vecina Corfú y con Patrás, y es todo un espectáculo ver amerizar y despegar a los hidros entre veleros y motoras en un canal de no más de trescientos metros.
Fondeamos un poco más adentro (no sea el demonio) y nos fuimos a dar un paseo y a hacer unas compras. Más tarde, cena a bordo: Huevos escalfados con alcachofas, guisantes y jamón que preparó el segundo (exquisitos. Gastamos la hogaza de pan que habíamos comprado).Después, un rato de tertulia y un poco de música en vivo a cargo de la orquesta de a bordo.
Boas noites. El A. C.

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